Revisión técnica: decálogo del experto de Triumph para que la moto apruebe con honores.

El instructor Freddy Valderrama enfatiza que un vehículo bien mantenido se traduce también en mayor seguridad y una vida útil más prolongada.

Un correcto mantenimiento de la motocicleta y una adecuada planificación pueden hacer la diferencia al visitar una planta de revisión técnica (PRT). Así lo afirmó el instructor de Triumph Motorcycles Chile, Freddy Valderrama, para quien el buen estado del vehículo siempre se traduce en un andar seguro y una mayor vida útil de sus componentes esenciales.

“Marzo es un período dedicado a quienes necesiten ponerse al día, pues no está asociado al dígito en que termina la placa patente, por lo que mi primer consejo es evitar postergar el trámite. Actualmente, las PRT tienen sistemas de agendamiento en línea, que nos ahorran filas y esperas”, subrayó.

Citando el Manual de Procedimientos e Interpretación de Resultados del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), recordó que los vehículos de dos ruedas solo pasan por cuatro de sus nueve estaciones. Por lo mismo, es fundamental concentrarse en la identificación, la inspección visual, las luces y las emisiones de gases.

En la fase de recepción, deben entregarse el permiso de circulación, el recibo de la última revisión técnica (aunque no esté vigente) y el certificado de homologación. En caso de extravío, pueden reemplazarse por una declaración jurada simple. A modo de complemento, también es recomendable contar con un certificado de anotaciones vigentes.

Según Valderrama, la etapa de inspección visual es de las que más inconvenientes generan entre los usuarios. Las unidades inscritas hasta el 16 de junio de 2015 deben tener placas patentes adelante y atrás, mientras que las posteriores a esa fecha únicamente la matrícula en la zaga, explicó.

“La ley es bien clara: toda patente debe ser legible, estar correctamente fijada y libre de accesorios o cualquier otro elemento que dificulte su percepción. Contravenir la normativa es causal de rechazo en la PRT. Por lo demás, circular sin la placa patente es una falta gravísima, que acarrea el retiro del vehículo, la suspensión de la licencia de conducir e incluso el pago de una multa”, enumeró.

En esta estación también se verifican otros defectos que la autoridad ha considerado como “graves”, pues cualquiera de ellos reviste “un peligro para la circulación vial”. Entre ellos, se cuentan las fisuras y las soldaduras en la estructura.

Para aprobar la revisión técnica, el vehículo “debe presentar elementos reflectantes en ambos costados, que deben ser ámbar (amarillos) en el eje delantero y rojos en la zona trasera, los cuales pueden ser independientes o bien formar parte de la carrocería”, aportó Valderrama.

También pueden convertirse en causal de rechazo la ausencia o mal estado de los apoyapiés (pedalines), los retrovisores y sus espejos. Lo mismo sucedería con la inadecuada fijación del asiento o la inexistencia de correas o elementos rígidos que actúen como asas de sujeción para el acompañante.

La etapa de inspección visual prosigue con el chequeo del sistema de escape. Según el experto, “cualquier fuga o rotura podría ser objeto de cuestionamiento, al igual que la ausencia o mal funcionamiento del silenciador”.

Valderrama enfatizó que el buen estado de los neumáticos, las llantas y los rayos debería ser un imperativo permanente y no una preocupación a propósito de la visita a la PRT. “Con un instrumento específico, el personal de la planta verifica que los surcos centrales tengan al menos 1,6 milímetros de profundidad. Otros aspectos no tolerados son las cubiertas redibujadas, las deformaciones o las telas a la vista”, comentó.

Normativa para luces y gases

El instructor de Triumph Motorcycles Chile sugirió chequear en casa todos los comandos y ampolletas de las luces bajas, altas, de señalización, frenos y posición. También recomendó verificar posibles trizaduras en lentes y micas de todo el sistema. “El foco principal debe activarse cuando el motor se ponga en marcha y no con un interruptor”, subrayó.

En la estación final, el análisis de gases registra el escape no emita más de 4,5% de monóxido de carbono (CO) en ralentí.

“Una moto bien conservada es garantía de un manejo seguro y una mayor vida útil. Como todo vehículo, requiere de aseo y mantenciones periódicas, según lo indique el manual del propietario, en los frenos, la suspensión, la transmisión, la dirección y los fluidos, como el aceite, el refrigerante y el líquido de frenos”, cerró el especialista de Triumph Motorcycles Chile.