Los secretos de las baterías que montan los monoplazas de la Fórmula E.

La Fórmula E se ha convertido en una de las categorías predilectas para las marcas. La serie eléctrica permite a las marcas de automóviles mostrar su tecnología eléctrica. Con todo, los monoplazas del certamen tienen elementos estandarizados como son el chasis o las baterías, suministradas estas últimas por McLaren Applied Technologies. Los coches de la serie eléctrica equipan baterías de 800 V y 52 kWh de capacidad. Con un papel fundamental en la evolución de los monoplazas de la serie, el paquete de baterías pesa 385 kilos, más de un tercio total del peso del coche. Gracias a su capacidad, los Fórmula E pueden completar 45 minutos de ePrix sin parar en boxes.

Más allá de la capacidad del sistema de baterías, del trabajo de gestión de la energía de los pilotos o de la distinta entrega de potencia del monoplaza en clasificación, carrera y con los modos ‘hyperboost’ y ‘fanboost’, uno de los detalles menos visibles de las baterías de los Fórmula E es el proceso de recarga de las mismas, toda vez que sólo se puede llevar a cabo fuera de las sesiones de clasificación y carrera. Para tal fin hay que desconectar la batería del coche, acceder a la misma y proceder a su extracción de forma segura. Sólo entonces la batería se conecta a los cargadores proporcionados por Enel X.

El cargador que se utiliza en la Fórmula E es el Enel X Juice Pump80 FE, cargador diseñado de manera específica para el campeonato. Con una capacidad de 80 kW, es capaz de cargar las baterías de un monoplaza en 75 minutos. Cada equipo cuenta con dos cargadores en cada ePrix, cargadores que son alimentados por generadores adaptados por la empresa AquaFuel que funcionan con glicerina, un alcohol presente en la naturaleza que en su combustión no genera emisiones. Una muestra más de la innovación que rodea a la Fórmula E y que ha sido caldo de cultivo para que los principales fabricantes del mundo apuesten por la categoría.